La situación se daba en un marco familiar contaminado por la violencia de Ernesto Rosalino Fernández, quien solía castigar físicamente a Danila, su pareja de 23 años. Y todo estalló cuando decidió azotar a la pequeña, aduciendo que no era su hija.
La concubina del agresor quiso impedir el castigo a la niña y –cuenta el sitio Las Toscas informa– comenzó a ser ahorcada por el golpeador, pero se salvó porque pudo tomar un cuchillo con el que provocó un corte en la mano izquierda del hombre, que la soltó, pero ya la había desfigurado a trompadas y patadas.
En ese momento ingresó a la casa un hijo de Fernández, que separó a la pareja y decidió llamar a la policía, que detuvo al hombre pero luego lo liberó.
Más tarde la mujer reveló que su pareja no sólo la agredía a ella sino también a la nena, a la que además solía darle vino en tetra brik (foto). Una actitud repudiable, por la indefensión de la pequeña y porque la ingesta de alcohol puede provocarle daño hepático y cerebral.
La difusión de la imagen en la que se observa cómo la chiquita es obligada a beber generó un enorme revuelo y provocó que la Justicia ordenara la detención de Fernández, quien habría escapado hacia Rosario, pero por estas horas no aparece.
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